PRENSA GAMEA | Mie 8.05.24
Arxatiri en aymara significa “defensora” y esa palabra pinta de cuerpo entero a la abogada Celia Ramos Puma, quien durante la pandemia defendió a las mujeres que sufrían violencia. “Dios me dio una segunda oportunidad”, resume la servidora pública, que proyecta el progreso del Distrito 6.
“La pandemia fue la época más dolorosa de mi vida, porque yo seguí trabajando hasta que me contagié de covid, yo no le tengo miedo a la muerte, pero creo que Dios me dio una nueva oportunidad”, añade la hija de un ferroviario que se curó con la medicina natural en aquel aciago momento y que además es devota del tata Santiago, cuya imagen adorna su oficina.
Ramos estudió en la Universidad Mayor de San Andrés, pero se tituló como abogada en la Juan Misael Saracho de Tarija, dos casas de estudios donde logró el sueño de ser abogada “defensora o arxatiri”. Entre 2008 y 2009 creó el grupo de abogados “Arxatirinaka” Servicios Legales Law Office (Oficina de Leyes o ‘Las Defensoras’) desde donde defiende a las mujeres que sufren violencia, pero también a varones. Hace unos años litigó para lograr la detención preventiva de una mujer que ejercía violencia a su marido.
“Cuando nos encerraron por la cuarentena hubo más violencia al interior de los domicilios y uno de esos casos llegó hasta la oficina. Una señora había sufrido violencia y sin darme cuenta me contagió la covid y casi me voy (estuvo a punto de fallecer)”, relata Ramos, madre de tres hijos: Darlene, Derek y Dafné. Completa la familia su esposo Braulio Zegarra Ojeda, quien trabaja en las Fuerzas Armadas.
“Yo no le tengo miedo a la muerte, pero ese momento sentí el temor de dejar solos a mis hijos”, rememora la alteña que estudió en el tradicional colegio Santa María de los Ángeles, de la zona 16 de Julio.
De un momento a otro, Ramos tuvo que proveerse del Kari Kari, una mezcla de alcohol y hierbas medicinales para curarse del covid, luego compró azitromicina, ivermectina y todos los medicamentos para sanarse.
Líder en zona Ferroviarios
Cuando Ramos era aún niña, la Estación de Trenes de El Alto, cerca de lo que hoy es la estación de la Línea Roja de Mi Teleférico aún se agitaba con la llegada de los vagones. A principios de los años 80, las máquinas de vapor aún hacía sonar su silbato y el chirrido de los rieles avisaba el arribo de la locomotora, provocando la alegría de los niños de los primeros pobladores de lo que después se convirtió en la zona Obreros Ferroviarios.
La niña, adolescente y luego universitaria en La Paz y Tarija se convirtió en una líder de su barrio después de 2008. “Me eligieron presidenta de mi zona Obreros Ferroviarios, fui además dirigente de la Asociación de Esposas de las Fuerzas Armadas”, relata Ramos.
Con el trabajo al frente de “Arxatirinaka”, Ramos se hizo un lugar en las organizaciones sociales alteñas y en febrero de 2024 fue designada, por la alcaldesa Eva Copa, como Subalcaldesa del Distrito 6.
Su primera labor al frente fue ordenar la casa. “Hicimos muchos cambios y ahora estamos mejorando administrativamente, porque esta es la casa de todos los vecinos del Distrito 6”, sintetiza la funcionaria municipal.
Dos de los más grandes retos que tiene Ramos es el mejoramiento de la gigante avenida Adrián Castillo y el distribuidor de la Plaza Ballivián. “Vecinos, les convoco a que vengan a su Subalcaldía. Vengan y trabajemos, porque sólo así vamos a poder llegar muy lejos”, afirma la entrevistada.
Aficionada a la repostería e hincha de The Strongest, la Subalcaldesa hizo las primeras gestiones para inaugurar, en unos días más, el primer Consultorio Jurídico gratuito que funcionará en las instalaciones de esa Subalcaldía y que orientará a todos los vecinos de sus 22 urbanizaciones.
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JQC