El periodismo siempre fue una profesión muy demandante, pero, en la actualidad, lo es aún más, ya que las plataformas digitales se multiplicaron. Ante este panorama, el periodista boliviano debe adaptarse para romper las barreras tradicionales y convivir a diario, de manera versátil, con la población.
El nuevo periodismo exige mayor conocimiento y agilidad en el tratamiento de la información, con estos atributos, un comunicador social puede ser competitivo; de lo contrario, su información se perderá entre miles que abundan en las redes sociales.
Los viejos formatos de producción periodística, sesgados por las especialidades, como prensa y redacción; de televisión y las cámaras; o en radio y la locución, no pueden ser una barrera selectiva cuando se exige el talento multimedia para el hacedor de contenido.
Pero, en este tiempo, el obrero de la información está en camino a adaptarse a un mundo digital que lo acerca, cada vez más, a la gente, al cliente o público receptor.
“La versatilidad permite al periodista adaptarse a diferentes entornos de trabajo y ser más flexible ante un mundo que se ha vuelto más dinámico, más urgente, más rápido. La formación es más necesaria que nunca para los periodistas, porque hay nuevos desafíos, nuevos retos que afrontar”, expresó Tania Frank, coordinadora académica de la Fundación para el Periodismo.
El impacto de las redes sociales, como el Facebook, TikTok, Twitter, WhatsApp y páginas web, entre otras, es muy grande, ya que cuentan con millones de usuarios que buscan, desde sus celulares, lo más reciente en información.
“Hay una infinidad de herramientas y lo que tenemos que hacer es buscar cuál se adecua al trabajo que estamos haciendo y darle un buen uso para poder narrar las historias de mejor manera”.
Pero, no todo es malo, ya que el acceso a las redes sociales logró algo que el periodismo tradicional no podría en su integridad, acercar al periodista a la gente.
“Ahora, cada periodista puede publicar y difundir su trabajo de manera independiente, en línea en plataformas de redes sociales, como Twitter, Facebook o Instagram; porque antes, el periodista dependía de un medio tradicional, la Tv, radio o la prensa escrita, para publicar y distribuir sus noticias, lo que podía limitar su alcance y su capacidad para llegar a su audiencia”, agregó la entrevistada.
El desafío ahora es luchar para que la información que llega a los miles de usuarios sea fidedigna, verificada y, sobre todo, de utilidad.
IMZ – DLP